Solo Para Viajeros

Me habían hablado tanto de la cuarta pared de las habitaciones de los albergues de Rainforest Expeditions, en las selvas del Tambopata, que me moría de ganas de alojarme en uno de los tres lodges de la empresa que acaba de cumplir treinta años de operanciones en el departamento de Madre de Dios.

Finalmente, elegí el Posada Amazonas, el icónico  lodge cogestionado con los Ese ejas de la comunidad nativa de Infierno.

Para los que no lo saben,  la pared en mención no existe, fue suprimida por el genio creativo de  Eduardo Nycander, el fundador de Rainforest, para que sus pasajeros tengan la oportunidad de vivir una experiencia auténtica, inolvidable, en medio del bosque y de la noche amazónica.

Como ya se imaginarán, el invento es magnífico: en el Posada Amazonas las treinta habitaciones construidas con materiales tradicionales en absoluta comunión con el entorno, permiten a los visitantes percibir los aromas de la jungla y escuchar, como en una película de cinemascope, los sonidos que brotan de la floresta mejor conservada de esta parte del país.

La invisibilidad de la pared desde donde se puede otear el bosque sin mayor peligro alguno es un verdadero desafío a los sentidos, un homenaje a la naturaleza que el turismo bien llevado y los viajes responsables están contribuyendo a lograr…

Gocé como un niño los días que pasé en este albergue a tan solo dos horas de la ciudad de Puerto Maldonado. Lo recomiendo, vivir la experiencia Tambopata desde el Posada Amazonas no tiene precio.

El albergue Posada Amazonas conecta a todos sus huéspedes con las maravillas de naturales y culturales de Tambopata.

Territorio Ese eja

La nación Ese eja es originaria de las selvas de Madre de Dios, en el sur-este del Perú. Intrépidos cazadores y horticultores, los huarayos, como también se les conocía hasta hace algunos años, se han distribuido históricamente por los territorios por donde discurren los ríos Baawaja o Tambopata, Sonene (o Heath), Kuisho Kuey (o La Torre), Ibabi Anaji (o Malinowski) y Ena ai (o Madre de Dios), las fuentes de vida de dos de las áreas naturales más importantes del Perú: la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja-Sonene, la última selva sin hombres.

Pues bien, los Ese ejas de Infierno, una de las tres comunidades huarayas del departamento considerado con justicia la Capital de la Biodiversidad del Perú, decidieron asociarse a Rainforest Expeditions con la intención de conservar sus bosques para generar los ingresos económicos que la comunidad necesitaba.

Fruto de este afán nació hace veinte años el albergue Posada Amazónica, un emprendimiento de propiedad comunal que se ha convertido en un ejemplo exitoso, a nivel mundial, de join venture entre una empresa privada y una comunidad indígena.

Fabuloso, el 75 por ciento de las ganancias del albergue van a parar a la comunidad de Infierno; en la actualidad, gracias a los beneficios del turismo y la conservación, una de las más prósperas y desarrolladas de toda la región.

En el Posada Amazonas, lo he podido constatar, los boteros, los guías de naturaleza -que son notables y saben muchísimo-, los cocineros y mozos, los hombres y mujeres que atienden con increíble delicadeza a los turistas son todos de Infierno.

En el Posada Amazonas

Mis acompañantes y yo navegamos cerca de una hora por el río Tambopata, una serpiente de color chocolate que atraviesa con lentitud y prestancia la selva amazónica, antes de arribar a nuestro alojamiento. Me sorprendió la amplitud y el decorado con motivos indígenas del espléndido comedor principal. El albergue, desde que uno pone en pie en el lobby  después subir la escalinata de acceso, es pulcro, acogedor y sumamente cómodo. El techo de este ambiente principalísimo –una típica maloca amazónica- está hecho de hojas de  crisneja, una palma muy utilizado por los indígenas amazónicos. Me contaron que fue construido íntegramente por trabajadores nacidos en Infierno. Se nota, los Ese ejas de Madre de Dios utilizan en su vida diaria 23 especies de palmeras diferentes.

De las habitaciones no voy a decir mucho más. Solo agregar que son amplísimas y sumamente confortables. Salvo las suites, que miden más de 50 metros2, todas mantienen el mismo estándar, 42.08 m2. Un lujo.

Me olvidaba de mencionarlo. Las paredes que dividen los dormitorios han sido levantadas con caña y adobe y las puertas de las habitaciones fueron reemplazadas por cortinas. Nycander, arquitecto y diseñador de indudable pasión por la naturaleza, ha pretendido en todo momento mantener en los albergues de su marca el equilibrio perfecto entre el confort y la vida al aire libre.

La pared abierta frente a la selva amazónica permite despertar escuchando los sonidos de la selva.

Las escapadas

En Posada Amazonas, verdaderamente, se puede hacer de todo: desde un paseo en bicicleta de montaña por los senderos que se han habilitado en la propiedad hasta un recorrido cultural por el mundo mágico de los  Ese eja, expertos en el uso de las plantas medicinales y maestras. Mis compañeros de aventura y yo nos introducimos en la vida natural de estos bosques prístinos y llenos de vida: conocimos una cocha, pudimos apreciar aves a montones y en las noches  salimos a caminar para avistar insectos y otras criaturas de la selva…

Visitamos la torre de observación sobre el dosel del bosque que se encuentra en Refugio Amazonas, el segundo hotel de la cadena y como broche de oro nos aventuramos a visitar las cochas  Chuncho y Colorado, las dos lagunas meándricas más extensas del planeta: allí pudimos observar en todo su esplendor a  las tres especies de guacamayos grandes que habitan este bosque.

Los días pasaron de prisa, es cierto, pero las emociones que vivimos en el Posada Amazonas de Infierno jamás las olvidaremos.

Lo repito:  la experiencia Reserva Nacional Tambopata, desde el Posada Amazonas, no tiene precio.

Posada Amazonas
Río Tambopata, Comunidad Nativa de Infierno
www.perunature.com
Oficinas en Puerto Maldonado:
Av. Aeropuerto, La Joya km 6, Puerto Maldonado, Madre de Dios
Contactos Estados Unidos y Canadá: 1 877 231 9251
Cusco: +51 984 705 266

Ficha técnica:
Posada Amazonas cuenta con treinta habitaciones construidas con materiales tradicionales (madera, hojas de palma, arcilla), cada una con baño propio con agua caliente. El albergue cuenta, además, con un centro
holístico y de bienestar. También brinda servicios de masajes y aromaterapia. El comedor ofrece tres comidas diarias bajo el sistema de autoservicio. Un generador de 110 voltios proporciona electricidad una vez al día para el recargue de energía de baterías y equipos. La luz es proporcionada por numerosas lámparas y velas. El albergue está conectado permanentemente con sus oficinas en Puerto Maldonado y Lima a través de Internet, teléfono vía satélite y radio de alta frecuencia. Las habitaciones son individuales, dobles o twin y cuentan con mosquiteros en las camas, mesas de noche y un estante con perchero. No son a prueba de ruidos. Internet gratuito disponible en todas las habitaciones. Los visitantes tienen acceso a una caja de seguridad personal, un paraguas para la lluvia y un set especial de “amenities” ecológicos.

Muy importante: Las tarifas incluyen, transporte terrestre y fluvial hacia/desde Puerto Maldonado hasta el albergue a través del servicio fijo de traslado de salida, actividades guiadas en grupo, todas las comidas y el alojamiento. Si viene en avión el mismo día de su ingreso a Posada Amazonas debe estar antes de la 1:30 p.m. en el local de Rainforest Expeditions de la ciudad de Puerto Maldonado para unirse a la salida.

Posada Amazonas el primer albergue de en el Perú de propiedad comunal co-gestionado con una empresa privada.

Confort y bien estar garantizados.

 

El bar del Posada Amazónica es surtido y permite continuar el descanso.

 

Vive el Día Ese eja y recorre el territorio cultural de la comunidad de Infierno.

 

Detalles que convocan y se convierten en inolvidables.

 

Restaurante amplio, comida sana. Como estar en casa…

 


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