Mi opinión
Y nosotros también. Los jaguares que habitan nuestro territorio vienen perdiendo poblaciones a un ritmo impresionante a pesar de su numerosa presencia en algunos bolsones del bosque sur amazónico, como el que se encuentra en la provincia de Tahuamanu, Madre de Dios, donde se ha logrado evitar su implosión demográfica gracias al apoyo de la ciencia y el manejo forestal adecuado. En esa zona del Perú que no hace mucho hemos recorrido con un equipo de Viajeros se encuentra la segunda población más grande de la especie en todo el mundo después, lógicamente, de la que se distribuye por el Pantanal, en Brasil y Bolivia. En nuestro país, como se menciona en la nota que nos han enviado desde el Serfor, ya se aprobó una estrategia nacional para su conservación que define las tareas por hacer desde los ámbitos privados y públicos para amenguar el descenso poblacional y garantizar la salud de una especie vital para la supervivencia del bosque amazónico. Hay que seguir bregando por su conservación, nos conviene muchísimo en estos tiempos de descalabros ambientales y negacionismos.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, junto al Ministerio del Ambiente y a diversos aliados, invitan a resaltar la importancia biológica del jaguar (Panthera onca) como especie sombrilla en los ecosistemas donde está presente. Es decir, bajo ese concepto, asegurar su conservación permite salvaguardar también la presencia de las especies que comparten su hábitat y permiten contar con espacios naturales saludables.
En esa dirección, el Perú reconoce la importancia de la especie y la necesidad de coordinar esfuerzos para su conservación. A consecuencia de ello, en el año 2022, aprobó el Plan Nacional de Conservación del Jaguar 2022-2031 que tiene como objetivo principal conservar la población del jaguar (Panthera onca). Para tal fin se establecen diversas medidas estratégicas de gestión con el compromiso de actores claves, tanto privados como públicos.
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Considerando su carácter emblemático en las Américas para la conservación y la lucha contra el comercio ilegal de especies, cada 29 de noviembre se celebra el Día Internacional del Jaguar. Esta fecha fue establecida durante la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD COP 14) ―celebrada en octubre del año 2019― para poner los focos de atención en el felino más grande de las Américas y en su importante rol para el funcionamiento de ecosistemas.
Depredador emblemático
El jaguar es el depredador terrestre más grande de las Américas y es considerado como el “señor de los animales” por las culturas prehispánicas. Su distribución histórica abarcaba desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el Río Negro (norte de la Patagonia) en Argentina. Actualmente, se le puede encontrar en 18 países de Latinoamérica.
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El jaguar cumple una función importante en los ecosistemas en los que habita, ya que controla la densidad de sus especies presas. Además, al encontrarse en la cima de la cadena alimenticia controla la presencia de otros depredadores, con lo que logra regular el funcionamiento y la estructura de los ecosistemas. En Perú y Latinoamérica es reconocido como una especie carismática y emblemática; y es considerada una “especie sombrilla” clave para la conservación de los ecosistemas en los que habita y de las especies que comparten su hábitat.
Los pueblos de América consideran al jaguar como un animal importante para su cultura. Recibe diferentes nombres: otorongo, yaguareté nahuel, sipgua, balam, onça-pintada, barum, entre otros, de acuerdo con el dialecto o lengua de cada pueblo. Muchas de las grandes culturas, andinas, amazónicas y del Chaco, consideraron al jaguar un animal sagrado, asociado al inframundo, a la cosmovisión y a las deidades; e incluso, es considerado como un Dios por su astucia y fortaleza.
Felino amenazado
El jaguar enfrenta amenazas como la caza, relacionada al comercio ilegal o al conflicto por interacciones con actividades humanas, además de la pérdida y fragmentación de su hábitat. Actualmente, la selva tropical de la cuenca amazónica constituye el 88% de la superficie terrestre donde habita. Este depredador ocupa una diversidad de tipos de hábitat, dentro de los que están incluidos bosques tropicales, selvas lluviosas, manglares, pantanales, humedales, zonas arbustivas, pastizales, plantaciones forestales y otros.
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Este gran felino se encuentra en la categoría de Casi Amenazado (NT), tanto en la legislación nacional, como en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Además, la especie se encuentra incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y en los Apéndices I y II de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias (CMS).
Dato
· El jaguar u otorongo es el tercer felino más grande del mundo (después del tigre y el león).
· Controla la densidad de sus especies presas; y además, al estar en la cima de la cadena alimenticia, controla la presencia de otros depredadores.
· Regula el funcionamiento y la estructura de los ecosistemas. Su presencia es considerada como un indicador de la salud y conectividad de los ecosistemas.
