Solo Para Viajeros

LA TELE QUE QUEREMOS

San Bartolo Al principio me dio un poco de desazón. ¡Tener que soplarme las Olimpiadas de Rio 2016 en los canales de ESPN plagados de argentinismos y esa profusión de endiosamientos deportivos tan propios de nuestros hermanos del Rio de la Plata! Es que sucede que la programación olímpica de los canales de señal abierta de nuestro país es francamente paupérrima, risible, propia de esos países que se escondían durante la Guerra Fría detrás de la Cortina de Hierro. Unos cuantos minutos a lo largo del día repletos de comentarios simplones y hartos lugares comunes.

Digámoslo como viene. El boom de la economía peruana, saludada en el exterior por tirios y troyanos, no se refleja para nada en el despliegue informativo de la tele nuestra en estas justas deportivas. Da pena -o rabia- comprobar el gasto que han hecho los canales de TV para cubrir este mega evento en comparación con los presupuestos que invierten en esos realities show que tanta repulsa causan entre la gente con un poco más de dos dedos frente.

¿Dónde se están a forjando los sueños olímpicos (o deportivos) de nuestros muchachos? ¿acaso viendo el combate ridículo y cotidiano de cobras y leones?.

A veces pienso que el cambio que queremos no se va a dar con esa tele basura que nos han impuesto los propietarios de los dos o tres canales poderosos en santa alianza con anunciantes frívolos y carentes de visión. ¿Dónde está, por dios, su responsabilidad social, su compromiso con el Perú? En fin, no digo más. Solo saludo el empeño de los argentinos en vivir de esa manera los juegos deportivos más importantes del planeta. Tal vez sea ese interés –el apoyo mediático, la visibilización del esfuerzo hecho por sus equipos y equipistas- lo que impulsa a sus atletas a dar el espectáculo de vergüenza deportiva y solidaridad que vengo observando desde que se iniciaron las competencias.

Hay que imitarlos, no nos queda otra, La construcción de los héroes deportivos  que tanta falta nos hacen no  es tarea única y exclusiva del Estado. No. En esa causa deberíamos militar todos. Y en especial las empresas que utilizan los medios masivos para vendernos sus productos,