Mi opinión
El gobierno reculó el domingo en la madrugada, como siempre, entre gallos y media noche, en su absurdo intento de cercenar el espacio asignado en las provincias de Nasca y Palpa al resguardo de las Líneas y Geoglifos de Nasca, uno de los tesoros arqueológicos y culturales más importantes que tenemos como Nación. Y lo hizo, cómo no, debido a la unánime protesta de la ciudadanía que se manifestó en contra de tan peregrina decisión en todos los tonos y en cuanto canal de comunicación existe. Vamos a ver ahora que va a suceder en asunto tan crucial para la apropiada gestión de nuestros recursos culturales en vista de que el comunicado hecho público por el ministerio indica que se va a conformar “en el más breve plazo, una mesa técnica multisectorial que promueva una discusión abierta, rigurosa, científica y plural a fin de definir los criterios que deben regir la futura propuesta de delimitación y usos del territorio”. Ósea, las autoridades del Ministerio de Cultura insisten en el afán de recortar los linderos de la reserva arqueológica.
Me queda claro que lo que dijimos por aquí en el 2022 a propósito de la gestión cultural de los últimos tiempos sigue vigente, aquella vez alzamos la voz para decir que dicho ministerio estaba “regentado por una gavilla de personajes atentos en grado sumo a la complacencia y el culto a la mediocridad”. Lamento no haber errado en dichas especulaciones. En fin, sigamos confiando en el triunfo de la razón y el sentido común. Les dejo esta reflexión de Rocío Lombardi, docente de la Universidad Católica y responsable también de los equipos de Turismo y Desarrollo del Grupo Viajeros. Los entendimientos necesarios -imprescindibles- que ella menciona entre lo público y lo privado cuando se trata de gestionar un territorio de suma importancia en la tarea de salvaguardar una de las joyas más valiosas de nuestro patrimonio cultural no se dieron al momento de darle el visto bueno a una de las decisiones ministeriales más controvertidas que se recuerden. Se optó por el caballazo y el “síseñó” a las demandas cada vez más furibundas de los grupos de interés privados detrás de los cambios de uso de los territorios intangibilizados por el Estado en aras de la razón pública. Ósea, se prefirió atender los intereses subalternos sobre los de la Nación. Así estamos. Qué espanto.
Por Rocío Lombardi para punto.edu
El gobierno, a través del Ministerio de Cultura, ha decidido reducir en 42% la extensión de la Reserva Arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca, pasando de 5,633.47 km² a aproximadamente 3,200 km². Esta reducción podría debilitar la actividad turística, la conservación, y aumentar los conflictos en el territorio respecto al uso del suelo y la protección al patrimonio cultural en una de las zonas emblemáticas del país y referente de la bien posicionada Marca Perú. ¿Es este recorte realmente sostenible y responsable?
Más allá de una simple reducción territorial en Nasca, o la posibilidad del aumento de la capacidad de carga de visitantes a Machu Picchu, estas medidas impactan directamente en la conservación del patrimonio cultural, el desarrollo turístico y la calidad de vida. En un país donde el turismo es una herramienta clave para el desarrollo económico, es fundamental analizar cómo estas modificaciones afectan el equilibrio entre la protección del territorio y el desarrollo turístico. Es importante la comprensión del turismo como un sistema, uno de cuyos elementos es el territorio sobre el cual la actividad turística u otras actividades generan dinámicas económicas que inciden en el mismo; por ello, requieren ser planificadas y ordenadas para minimizar los impactos negativos con la adopción de un enfoque integral y sostenible.
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En un país donde el turismo es una herramienta clave para el desarrollo económico, es fundamental analizar cómo estas modificaciones afectan el equilibrio entre la protección del territorio y el desarrollo turístico».
Planificación del territorio con visión
La gestión del patrimonio cultural, natural y el turismo, desde un enfoque económico, es entendido como una herramienta generadora de desarrollo económico local; no obstante, desde la mirada de la sostenibilidad, nos coloca ante el reto de lo social, ambiental e institucional. Esta es una oportunidad de reimaginar Nasca o Machu Picchu como un nuevo modelo de gestión territorial y turística.
Para lograrlo, es esencial contar con profesionales comprometidos que dominen las herramientas de planificación y gestión, capaces de convertir estrategias en acciones concretas, y de ser ciudadanos responsables comprometidos con la construcción de destinos turísticos sostenibles y competitivos.
Políticas públicas para un turismo sostenible
Es importante también señalar que el turismo no debe encasillarse ni ser entendido como actividades de ocio, recreación y diversión, sino dar un salto para romper paradigmas y ser concebido como una oportunidad de desarrollo local, y una apuesta clara por la conservación de los recursos culturales y naturales; siendo ello motivo de identidad y orgullo. De igual forma, la implementación de políticas públicas orientadas al turismo sostenible y a la conservación del patrimonio es fundamental para asegurar el desarrollo.
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Además, es crucial establecer alianzas estratégicas entre el sector público y privado, así como con organizaciones no gubernamentales y la comunidad académica, para impulsar una agenda común de desarrollo turístico sostenible. Estas alianzas pueden facilitar la investigación conjunta, la implementación de mejores prácticas y la capacitación continua de los actores locales del destino. De esta manera, no solo se promueve un turismo más ético y responsable, sino que también se construye una base sólida para la competitividad a largo plazo.
Es crucial establecer alianzas estratégicas entre el sector público y privado, así como con organizaciones no gubernamentales y la comunidad académica, para impulsar una agenda común de desarrollo turístico sostenible».
La investigación conjunta es otro de los pilares fundamentales de estas colaboraciones, pues permite la evaluación continua de impactos ambientales y socioeconómicos del turismo en comunidades locales. Desde la Facultad de Gastronomía, Hotelería y Turismo de la PUCP existen denodados esfuerzos en la inclusión de cursos que incorporan esta perspectiva con procesos reflexivos y favorecen la identificación crítica de estas problemáticas por parte de los estudiantes.
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Este enfoque basado en evidencia facilita la implementación de políticas públicas y la adopción de prácticas de gestión sostenibles. Asimismo, la capacitación continua y la generación de competencias de los actores locales en temas de sostenibilidad y buenas prácticas no solo mejoran la calidad de los servicios turísticos, sino que fortalece el sentido de identidad, pertenencia y compromiso hacia el desarrollo del turismo en armonía con el entorno.
