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Sofía Rubio, abriendo mercados locales para la castaña amazónica

Mi opinión

Les paso este texto que desde hace algunas semanas da vueltas por el ciberespacio dando cuenta de los primeros pasos de la bióloga Sofia Rubio, la reciente ganadora del premio Carlos Ponce del Prado. Sofia es hija del ingeniero forestal Fernando «Pino» Rubio, un distinguido conservacionista peruano, ganador en su momento del premio Parker-Centry para la Biología de la Conservación y amigo de toda la vida. Lo dije con todas sus letras, de tal palo tal astilla. Felicitaciones al clan Rubio en pleno, merecida distinción para una joven profesional dedicada por entero al desarrollo de su pueblo.


Sofía Rubio, una joven peruana, pasó su infancia rodeada de árboles gigantescos que poblaron su imaginación y alimentaron su amor por los bosques tropicales. La castaña (Bertholletia excelsa), árbol que abunda en los bosques de Madre de Dios en Perú, Pando en Bolivia y Acre en Brasil, fue convirtiéndose silenciosamente en su compañera de juego, sabores, sueños y finalmente un testigo de promesas de un esperado retorno luego de pasar unos años en la ciudad estudiando ciencias biológicas.

Ya como bióloga, algunos años después, retornó a su querido Madre de Dios como lo había planeado y exploró las diversas formas de conectar a la gente con su ambiente, trabajando mucho con niños en materia de educación ambiental y con jóvenes, entrenándolos en técnicas de campo para la investigación científica en la Reserva Nacional Tambopata.

Durante ese tiempo, la relación con aquél árbol de castaña compañero de vida, estaría por renovarse cuando en el 2011 creó su empresa SHIWI con la que empezó a acortar la cadena de valor del fruto. La famosa nuez de la castaña plantea una estrategia de vida distinta para las poblaciones locales, promoviendo que el bosque siga manteniéndose y generando ingresos por la recolección y venta de estos frutos que caen en temporada de lluvias (diciembre-marzo). Sin embargo, esta actividad debe competir con la fuerte deforestación local causada por la minería ilegal de oro y la ganadería. Así que la amplia experiencia de Sofía en la vida amazónica le permitió entender que al hacer más corta la cadena de valor de esta nuez de recolección silvestre, no solo se crean más puestos de trabajo, sino que se generan ingresos familiares social y ambientalmente sostenibles. La castaña entonces se convierte en un recurso que cumple con los principios del biocomercio.

Dándose cuenta de las constantes amenazas que sufren los bosques de castaña y que los frutos simplemente vendidos como materia prima no generan muchos ingresos para la población local y para el bosque, Sofia decidió explorar con ellos diversos productos dándoles valor agregado. Sofía viene abriendo el mercado local para estos productos que desarrolla a base de castaña amazónica, dando a conocer los beneficios para el bosque y para la gente que la consume, hablando con las personas interesadas y haciendo más atractivo el camino de descubrimiento de este valioso recurso.

Con este proyecto de vida, Sofía consiguió un financiamiento otorgado por PROMPERU en el 2013 para la promoción de productos de biocomercio y tiene planeado poder compartir su experiencia más allá de las fronteras, buscando conectar no solo a la gente local con el bosque, si no también hacer contacto entre ciudadanos del bosque y caminantes del mundo entero. Este año se lanza a compartir la experiencia de la recolección de castaña amazónica con visitantes que quieren vivir de cerca la naturaleza.

Para más información acerca de los productos de castaña y la iniciativa de Sofía se puede visitar: www.shiwi.pe

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