Mi opinión
Impresionante enterarse a estas alturas del partido de los tremendos atributos y beneficios para la buena alimentación, la salud y el buen vivir de la chirimoya, la humilde anonácea oriunda de nuestros andes que en comparación con otras frutas que consumimos pareciera estar relegada por lo general a un segundo lugar en anaqueles y puestos de los mercados de las grandes ciudades, ¿o me equivoco?. Annona cherimola, ese es su nombre científico, no solo es sabrosa y últimamente muy apreciada en la repostería, sino que también es un cultivo con una importante demanda internacional que no estamos aprovechando del todo. El año pasado la producción de chirimoya en nuestro país alcanzó las 20 mil toneladas con Lima como líder productivo con el 40 por ciento nacional, seguido muy de lejos por los departamentos de Cajamarca, Piura, Junín y Apurímac. Solo para poner ejemplos de la producción de otros cultivos nuestros en estos tiempos de bonanza agroexportadora: en el 2024 el Perú exportó 326 mil toneladas de arándanos; 571,470 de paltas y 34 mil toneladas de fresas. De chirimoyas, ¿cuánto fue lo que se logró comercializar en el extranjero?: la data que tengo a la mano indica que la producción nacional alcanzó los 136 mil kilos… ósea 136 toneladas. El camino para que el super food andino se convierta en un cultivo top en las yungas peruanas es inmenso. Como inmensa serían las posibilidades de mejoras en la calidad de vida de las familias productoras si es que se visibilizan las propiedades de la fruta y se capacita, apoya, impulsa a los agricultores y entre estos a los que con dramatismo siguen tercos en lo que se ha llamado agricultura familiar, esa que se da en las chacritas de los campesinos de nuestro país. En fin, a seguir soñando, #OtroMundoesPosible.
Tomado de Infobae
En los Andes peruanos crecen frutas excepcionales, consideradas superalimentos por sus múltiples beneficios nutricionales. Entre ellas destacan el aguaymanto, el camu camu y la lúcuma, todas altamente valoradas por su aporte de vitaminas, antioxidantes y propiedades medicinales. Sin embargo, hay otra fruta andina que merece igual atención: la chirimoya. Originaria de las regiones altas del Perú, esta fruta de pulpa cremosa y sabor dulce no solo deleita el paladar, sino que también ofrece importantes beneficios para la salud.
La chirimoya, cuyo nombre proviene del quechua chirimuya (semillas frías), crece en climas templados de altitud, y ha sido cultivada y apreciada desde tiempos preincaicos. Más allá de su exquisito sabor, la ciencia moderna ha confirmado que esta fruta es rica en nutrientes esenciales que contribuyen a la producción de colágeno, la regulación del colesterol y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
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La chirimoya favorece la producción de colágeno
El colágeno es una proteína esencial para mantener la piel firme, las articulaciones saludables y los tejidos conectivos fuertes. La producción de colágeno en el cuerpo depende en gran parte de la presencia de vitamina C, un nutriente que abunda en la chirimoya. Esta vitamina no solo estimula la síntesis de colágeno, sino que también actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres que aceleran el envejecimiento.
Consumir chirimoya de manera regular puede apoyar la regeneración de la piel, mejorar la elasticidad y prevenir el desgaste articular. Además, su contenido en aminoácidos esenciales como la lisina también contribuye a la formación del colágeno, fortaleciendo músculos, tendones y ligamentos.
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La chirimoya regula los niveles de colesterol
Incluir chirimoya en la dieta puede ser un paso delicioso y saludable para mantener el colesterol bajo control (Ecología verde)
Uno de los efectos menos conocidos de la chirimoya es su capacidad para ayudar a regular el colesterol. Esta fruta contiene una buena cantidad de fibra dietética, especialmente pectina, que contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) al impedir su absorción en el intestino. La fibra también ayuda a mejorar la digestión, reducir el apetito y controlar los niveles de glucosa en sangre.
Por otro lado, la chirimoya aporta antioxidantes naturales, como flavonoides y compuestos fenólicos, que protegen el corazón al prevenir la oxidación del colesterol, un proceso que puede conducir a la formación de placas en las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Así, incluir chirimoya en la dieta puede ser un paso delicioso y saludable para mantener el colesterol bajo control.
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La chirimoya mejora el sistema inmunológico
La chirimoya mejora el sistema inmunológico gracias a su alto contenido en vitamina C, un nutriente esencial que estimula la producción de glóbulos blancos, principales defensores del organismo frente a infecciones. Además, posee antioxidantes naturales que protegen las células del daño oxidativo y fortalecen las defensas del cuerpo.
También contiene vitaminas del complejo B, hierro y otros minerales que contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmune. Su consumo regular ayuda a prevenir resfriados, acelerar la recuperación de enfermedades y mantener el organismo en equilibrio. La chirimoya es, sin duda, una fruta clave para reforzar la salud de manera natural.
¿Qué vitaminas y minerales contiene la chirimoya?
La chirimoya posee antioxidantes naturales que protegen las células del daño oxidativo y fortalecen las defensas del cuerpo (ABC)
La riqueza nutricional de la chirimoya es notable. Está compuesta en su mayoría por agua, lo que la hace una fruta refrescante e hidratante. Entre sus nutrientes destacan:
- Vitamina C: potente antioxidante que refuerza el sistema inmunológico, favorece la cicatrización y la formación de colágeno.
- Vitamina B6: esencial para el metabolismo de proteínas y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
- Potasio: mineral clave para regular la presión arterial, mantener el equilibrio electrolítico y la salud muscular.
- Magnesio: apoya la función muscular, el sistema nervioso y el metabolismo energético.
- Hierro: importante para la formación de glóbulos rojos y la prevención de la anemia.
- Fósforo y calcio: minerales fundamentales para la salud ósea y dental.
Otros beneficios de la chirimoya para la salud
Además de favorecer la producción de colágeno, regular el colesterol y fortalecer el sistema inmunológico, la chirimoya ofrece otros beneficios para la salud. Su alto contenido en fibra mejora la digestión y previene el estreñimiento. Gracias a sus propiedades calmantes, también ayuda a reducir la ansiedad y favorece un sueño reparador. Su contenido de potasio contribuye al control de la presión arterial, mientras que sus antioxidantes combaten el envejecimiento celular. Asimismo, su bajo índice glucémico la convierte en una opción saludable para personas con diabetes. La chirimoya es una fruta completa, ideal para mantener el bienestar físico y mental.
Por qué la chirimoya es un superalimento
La chirimoya es considerada un superalimento por su alto contenido nutricional y beneficios para la salud. Rica en vitaminas C y B6, fibra y antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico, mejora la digestión y protege contra enfermedades cardiovasculares. Su alto contenido de potasio ayuda a regular la presión arterial, mientras que sus compuestos bioactivos combaten el estrés oxidativo. Además, contiene energía natural en forma de azúcares saludables, ideal para deportistas o personas activas.