Mi opinión
Me sumo a la campaña “Para estar fuerte hay que papear” que ha lanzado el Ministerio de Agricultura con el objetivo de fortalecer la cadena de valor de un cultivo cuya producción involucra a más de setecientas mil familias campesinas distribuidas en diecinueve departamentos del Perú.
La papa, lo he dicho repetidas veces, es un producto estratégico en la economía del país rural que todavía, felizmente, somos; por ello resulta imperativo enfrentar de una vez por todas la crisis que agobia a los productores de casi toda la República, esa otra pandemia que de tanto sufrirla se ha vuelto crónica. Y, por supuesto, superarla incentivando el consumo per cápita del tubérculo que el año pasado bordeó los 90 kilos.
La producción papera en el Perú, según Agroideas, la oficina del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) que estimula la competitividad en el agro, superó el año pasado los 5 millones de toneladas, ubicando a nuestro país como líder en América Latina y décimo cuarto en el mundo detrás de China, cuya producción supera los 70 millones de toneladas anuales y de Rusia, India, Polonia, Ucrania, Alemania, los Países Bajos, los productores más notables del peruanísimo recurso.
Estemos atentos a la campaña, hay que sumar entusiasmos para devolverle a las familias campesinas que siguen en primera línea de combate contra el COVID-19 un poco de lo mucho que han hecho –y siguen haciendo- por la salud y la vida de los que habitamos en las ciudades. Sin su esfuerzo esta crisis sí que hubiera sido en balde.
En momentos de pandemia y cuando los peruanos necesitamos alimentarlos con productos sanos y nutritivos, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) inició una campaña con el objetivo de aumentar el consumo de papa peruana y mejorar la dieta alimenticia de los peruanos.