Mi opinión
¿Sabrán los representantes del Congreso cuya aprobación ciudadana apenas llega al 2 % que desde que el Fondo de Promoción Turística que administra mayoritariamente Prom Perú en el 2003 hasta el 2019, año del inició de la malhadada pandemia, el número de visitantes internacionales a nuestro país se cuadruplicó?, ¿y qué por tanto, restarle recursos al monto que recibe la oficina estatal de promoción turística para trasladárselo al Plan COPESCO Nacional para que sus burócratas inviertan en infraestructuras resulta un sinsentido por decir lo menos?
Así estamos, el pleno del Congreso de la República acaba de aprobar en primera instancia un dictamen para modificar la “Ley que crea el Fondo y el Impuesto Extraordinario para la Promoción y Desarrollo Turístico Nacional”, Ley n° 27889, con el propósito de direccionar lo recaudado por el fondo de la siguiente manera: 50% para el financiamiento de inversiones para el desarrollo turístico a cargo del Plan COPESCO Nacional, dando prioridad a los lugares declarados Patrimonio Mundial por la Unesco y 50% para el financiamiento de actividades de promoción turística a cargo de Prom Perú. La discusión se dirimió en una votación en la que los parlamentarios a favor de la pretendida modificación fueron73 y 28 los que se opusieron.
La nota de la oficina de comunicaciones del legislativo acota que el congresista Roberto Sánchez, ex Ministro de Comercio Exterior y Turismo durante el gobierno del presidente Castillo y líder de Juntos por el Perú, la agrupación política a punto de sellar una alianza con Antauro Humala de cara a los próximos comicios, “sostuvo que la iniciativa restablece la justicia y la necesidad de promover inversiones en infraestructura del turismo” y su colega Germán Tacuri Valdivia de la Bancada Magisterial señaló que las municipalidades tendrán la capacidad de invertir en zonas turísticas.
En este tema y muchísimos más pensamos como Fernando Vera, experto en gestión e innovación el turismo con quien hemos coincidido últimamente en Chachapoyas, un destino que ha empezado a crecer, entre otras cosas, debido a la promoción de su gobierno regional. Consultado sobre el dictamen congresal Vera nos dijo: “Es necesario financiar el turismo donde este sucede, que son las regiones, pero no desvistiendo a un santo para vestir a otro. Los gobiernos regionales y locales no cuentan con presupuesto para cumplir las funciones asignadas y promover las inversiones necesarias, pero no se trata de quitarle al gobierno nacional [lo que ha recaudado a través del impuesto extraordinario en mención] sino hacer crecer la inversión de recursos asignados a los gobiernos subnacionales. Por otro lado, si comparamos la productividad y eficacia de Promperú y Plan Copesco existe un abismo; por tanto, darle el 50% del fondo al Plan Copesco es desperdiciar los recursos de manera artera. Basta darse una vuelta por el malecón de Yarinacocha, Puerto Eten, el Malecón de Máncora, la Marina de Paracas, El Tingo y sus miradores y graderías, Cumbemayo y un sinfín de lugares, para darse cuenta de que darle plata a este Plan Copesco es una irresponsabilidad”.
Veamos cómo acaba esta historia.
Por Sociedad de Comercio Exterior del Perú – COMEX
El Congreso aprobó en primera votación un dictamen que pretende modificar la Ley que crea el Fondo y el Impuesto Extraordinario para la Promoción y Desarrollo Turístico Nacional. Los recursos que PromPerú tiene disponibles del fondo para la promoción turística pasarían del 80% al 50%. Esto sería un golpe al turismo, pues la medida desconoce las necesidades de un sector cuya recuperación aún se encuentra un 27.8% por debajo del nivel prepandemia.
El fondo, creado en 2003, aporta a la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) el 80% del total recaudado por el Estado a través del Impuesto extraordinario para la promoción y desarrollo turístico nacional, los aportes o donaciones que realizan los prestadores de servicios turísticos del sector privado, y las donaciones y legados que reciba del sector público y privado. El 20% restante se otorga al Plan Copesco Nacional, la entidad del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) que administra y ejecuta los principales proyectos de inversión relacionados con el sector.
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Anteriormente, desde ComexPerú manifestamos nuestra posición en torno al Proyecto de Ley 7851/2023-CR, el cual pretendía reducir el porcentaje que recibe PromPerú del Fondo de Promoción Turística de un 80% a un 20%, y el restante se dividiría entre el Plan Copesco Nacional, Plan Copesco Cusco y las municipalidades con ciudades patrimonio inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. En su momento, manifestamos que dicha redistribución sería un grave error debido a la escasa capacidad de estas últimas entidades para ejecutar el presupuesto público, contrario al desempeño de PromPerú.
Si bien el dictamen aprobado en primera votación modifica el proyecto original presentado por el congresista Héctor Acuña Peralta y establece que la redistribución del fondo de promoción y desarrollo turístico sea del 50% para el Plan Copesco Nacional y el 50% para PromPerú, esta persiste sin tener sustento técnico riguroso que acredite la medida. Incluso desconoce el objetivo de la creación y existencia del fondo.

Solo a través del Impuesto extraordinario para la promoción y desarrollo turístico nacional, el Fondo recaudó S/ 186.4 millones para el 2025. Recortar el 30% de dicho monto implica reducir S/ 55.9 millones del presupuesto disponible para promoción turística a cargo de PromPerú. Estos recursos representan el 17.6% del presupuesto institucional modificado (PIM) asignado a dicha entidad para la promoción del turismo en 2025, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
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Lo anterior no tendría un sustento técnico suficiente si consideramos que, hasta marzo de este año, 795,967 turistas internacionales ingresaron al país, un 27.8% menos que en similar periodo de 2019, según cifras del Mincetur. Si bien la comparación con un año tan lejano parece poco razonable, es necesario mencionarlo debido a que el resultado demuestra el rezago en la recuperación frente al desempeño observado hasta antes de la pandemia.

La promoción del turismo comprende las acciones orientadas a promover el desarrollo sostenible y competitivo de la actividad turística mediante la generación de potencialidades nacionales en el sector, divulgación y promoción del patrimonio cultural, y de la riqueza natural del país de manera responsable y sostenible, según el Mincetur. Además, el resultado esperado sería la captación de un mayor flujo de turistas. Esto último no necesariamente se observa en el periodo inmediato de la inversión; es decir, el beneficio esperado del monto invertido para captar un mayor flujo de turistas puede verse en el periodo siguiente de haberse realizado la inversión. La razón detrás es que los turistas planifican sus viajes con anticipación.
En 2019, el monto devengado para la promoción del turismo a cargo de PromPerú ascendió a S/ 215 millones. En dicho año llegaron 4.4 millones de turistas extranjeros. En 2024, el monto ejecutado por la entidad para dicha función ascendió a S/ 176 millones. Los turistas internacionales que ingresaron en dicho año fueron 3.3 millones. Recortar el presupuesto destinado a este fin sería contraproducente.

El fondo para la promoción y el desarrollo turístico nacional fue creado para financiar las actividades y proyectos destinados a la promoción y el desarrollo del turismo. Si se busca destinar más presupuesto para la ejecución de proyectos turísticos, se deberían analizar otros mecanismos y no ir en contra del objetivo central del fondo actual. A cinco años de la pandemia, el turismo merece despegar. Propuestas como estas ponen en riesgo el trabajo articulado de las entidades públicas y privadas enfocadas en captar más turistas, lo que genera dinamismo en las economías locales y regionales.