Mi opinión
El ministerio del Ambiente autorizó el establecimiento de cinco nuevas áreas de conservación privada en el eje Cusco-Madre de Dios, un paisaje de nuestro país que apunta a ser –si es que ya no lo es- un corredor biológico de vital importancia para la salud de los andes-amazónicos del sur peruano compuesto por un mosaico de áreas protegidas creadas en los últimos años gracias al esfuerzo del Estado, la cooperación internacional, las comunidades nativas y campesinas y, la sociedad civil organizada y la empresa privada. Notable. Dos de las ACP recientemente creadas las conozco personalmente: el ACP Nihii Eupa Francisco de la comunidad amahuaca de Boca Pariamanu, en las proximidades de la cuenca del río Las Piedras y la ACP Los Amigos, dentro de la propiedad que administra la ONG Conservación Amazónica-Acca. Son de una belleza extrema.
Las tres restantes, una de ellas constituida en un predio de la empresa Mountain Lodges of Peru, una de las compañías de turismo de aventura y naturaleza más competente de nuestro país (ACP Predio Collpapampa Hudquiña-Mesada Chico); otra en las tierras de la comunidad campesina Misquiyaco-Urpaypugio (ACP Misquiyaco) y la tercera en la propiedad de una empresa privada del Tambopata (ACP Tambopata Ecolodge), se suman a las más de 145 áreas de conservación privada y comunal que forman parte de una ilusión y un compromiso gestados por el movimiento conservacionista nacional que estamos en la obligación de apoyar y visibilizar para que cada vez más peruanos se involucren en su perpetuación. Felicitaciones a todos los involucrados, #otromundoesposible
Una gran noticia para iniciar un nuevo año impulsando la conservación de la biodiversidad del Perú, representó el reconocimiento de cinco nuevas áreas de conservación privada en las regiones de Cusco y Madre de Dios.
ACP Nihii Eupa Francisco
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