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Pobladores de la Reserva Comunal Yanesha en Pasco apuestan por el cacao local Eshpe 

Mi opinión

En la selva central del Perú, específicamente en el distrito de Palcazú (Pasco), la conservación va de la mano del desarrollo sostenible y tiene un sabor dulce. Allí se ubica la Reserva Comunal Yanesha (RCY) [1], territorio ancestral del pueblo yanesha.


En la selva central del Perú, específicamente en el distrito de Palcazú (Pasco), la conservación va de la mano del desarrollo sostenible y tiene un sabor dulce. Allí se ubica la Reserva Comunal Yanesha (RCY) [1], territorio ancestral del pueblo yanesha.

©ANECAP/DRIS

La Reserva Comunal Yanesha y las 10 comunidades nativas que viven alrededor abarca 74 000 hectáreas. Más de 240 familias en AMARCY, el administrador indígena de la Reserva, vienen impulsando una propuesta técnica que busca poner en valor el bosque en pie de la reserva y de los bosques comunales, a partir del aprovechamiento y manejo sostenible de tres variedades de cacao: nativo, finos y de aroma, y comunes.

Este trabajo es parte de la iniciativa Nuestros Futuros Bosques- Amazonía Verde, un proyecto dirigido por Conservación Internacional con fondos del gobierno de Francia y ejecutado por DRIS, Desarrollo Rural Sustentable, que trabajará con las reservas comunales Amarakaeri, Machiguenga y Yanesha para hacer viable el desarrollo sostenible y de vida plena de las comunidades socias de las reservas.   

En el marco del proyecto, se está trabajando para potenciar la cadena de valor del cacao en AMARCY. Actualmente, 100 familias yaneshaa productoras de cacao están en proceso de constituir un sistema interno de control para obtener la certificación orgánica y de precio justo, ello permitirá insertar los cacaos yanesha en mercados de alto valor que otorgan un precio altamente diferenciado a los cacaos especiales por su origen y calidad.

(Re)descubriendo el valor del cacao nativo y el cacao fino y de aroma

Desde años atrás en los bosques comunales de los yanesha, existía la variedad de cacao nativo Eshpe, pero los comuneros no la identificaban como cacao, incluso algunos lo comían como un fruto más, por su sabor dulce y su falta de amargor en comparación con el cacao común. La comunidad nativa de Alto Iscozacín sería la primera en identificar el cacao nativo Eshpe y proporcionar la muestra inicial que permitiría a AMARCY concursar y ganar el XIII Concurso Nacional de Cacao de Calidad realizado en Lima como parte del X Salón de Cacao y Chocolate en el 2019, convirtiéndose en la primera organización indígena en ganar dicho concurso, participando posteriormente también en el Salón del Chocolate de París.

©ANECAP/DRIS

Posteriormente se realizó el proceso de inventariado del cacao nativo y el cacao fino y de aroma, como parte del trabajo conjunto que realizan AMARCY y el SERNANP, socios en la cogestión. Actualmente, existen 2,500 plantas en producción de cacao nativo y 22, 220 plantas en producción de cacao fino y de aroma en estas comunidades nativas. En enero del 2020, AMARCY registró la marca del cacao nativo Eshpe, la cual lleva el nombre del monito encargado de propagar este cultivo.

Cacao sin deforestación

El pueblo Yanesha progresa con el aprovechamiento sostenible del cacao, pues mejora los ingresos de las familias y fomenta cadenas de valor libres de deforestación y bajas emisiones en la Amazonía, pero sobre todo pone en valor el bosque en pie de la Reserva Comunal Yanesha y de las comunidades, protegiendo su territorio ancestral. 

Adicionalmente, al asumir el compromiso de no deforestar sus bosques comunales y los que se ubican dentro de la reserva, AMARCY es reconocido por el Programa Nacional de Bosques, del Ministerio de Ambiente, por contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, aportando así a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas a las que se comprometió el Perú en el Acuerdo de París en el 2015. 

Sobre el Proyecto Nuestros Futuros Bosques- Amazonía Verde:

Nuestros Futuros Bosques–Amazonia Verde, está trabajando para conservar hasta el 12% de la Amazonía — unos 73 millones de hectáreas — para el 2025. Apoyado por el gobierno de Francia, el proyecto es una de las prioridades de conservación de la Alianza para la Protección de los Bosques Tropicales, una iniciativa para la protección, restauración y gestión sostenible de los bosques tropicales liderada por Francia. Las actividades del proyecto beneficiarán a más de 68.000 hombres, mujeres y niños en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.

[1] Las reservas comunales son una categoría de Área Natural Protegida (ANP) única en el mundo, creadas bajo un modelo innovador de cogestión, entre el Estado peruano y las poblaciones indígenas. Esta categoría permite a las comunidades indígenas administrar estas áreas y hacer uso directo de los recursos naturales de manera sostenible.

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